EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
EL DIA MAS FELIZ
El día más feliz, la hora más dichosa, los ha conocido mi corazón agotado y marchito; pero siento que ha desaparecido ya mi más alta esperanza de orgullo y de poderío. ¿He dicho de poderío? Sí. Pero desde hace largo tiempo, ¡ay de mí! se han desvanecido los bellos ensueños de la juventud; han pasado ya: dejémoslos que se desvanezcan! Y tú, orgullo, ¿qué haré de ti ahora? Otra frente puede bien heredar el veneno que me has dado. Que por lo menos mi espíritu permanezca tranquilo. El día más hermoso, la hora más feliz que mis ojos hayan visto y hayan podido ver jamás, mi más brillante mirada de orgullo y de poderío, todo eso ha existido pero ya no existe; yo lo siento. Y si esa esperanza de orgullo y de poderío
me fuera ofrecida ahora acompañada de un dolor semejante al que experimento, no quisiera revivir esa hora brillante. Porque bajo su ala llevaba una oscura mezcla y mientras volaba, dejaba caer una esencia todopoderosa para consumir un alma que tan bien la conocía.
-Edgar Allan Poe
Canción
“Llueve en este poema”
Llueve. La tarde es una
hoja de niebla. Llueve.
La tarde está mojada
de tu misma tristeza.
A veces viene el aire
con su canción. A veces…
Siento el alma apretada
contra tu voz ausente.
Llueve. Y estoy pensando
en ti. Y estoy soñando.
Nadie vendrá esta tarde
a mi dolor cerrado.
Nadie. Solo tu ausencia
que me duele en las horas.
Mañana tu presencia regresará en la rosa.
Yo pienso —cae la lluvia—
nunca como las frutas.
Niña como las frutas,
grata como una fiesta
hoy esta atardeciendo
tu nombre en mi poema.
A veces viene el agua
a mirar la ventana
Y tú no estás
A veces te presiento cercana.
Humildemente vuelve
tu despedida triste.
Humildemente y todo
humilde: los jazmines
los rosales del huerto
y mi llanto en declive.
Oh, corazón ausente:qué grande es ser humilde!
-Gabriel García Márquez
EL INFINITO
"El infinito
se ha encogido
peligrosamente.
Quién iba a suponer
que segundo a segundo
cada migaja
de su pan sin límites
iba así a despeñarse
como canto rodado
en el abismo."
- Mario Benedetti
El Miedo
Todos me piden que dé saltos,que tonifique y que futbole,que corra, que nade y que vuele.Muy bien.Todos me aconsejan reposo,todos me destinan doctores,mirándome de cierta manera.Qué pasa?Todos me aconsejan que viaje,que entre y que salga, que no viaje,que me muera y que no me muera.No importa.Todos ven las dificultadesde mis vísceras sorprendidaspor radioterribles retratos.No estoy de acuerdo.Todos pican mi poesíacon invencibles tenedoresbuscando, sin duda, una mosca,Tengo miedo.Tengo miedo de todo el mundo,del agua fría, de la muerte.Soy como todos los mortales,inaplazable.Por eso en estos cortos díasno voy a tomarlos en cuenta,voy a abrirme y voy a encerrarmecon mi más pérfido enemigo,Pablo Neruda.
-Pablo Neruda