Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado Nervo
martes, 4 de octubre de 2016
EL DIA MAS FELIZ
El día más feliz, la hora más dichosa, los ha conocido mi corazón agotado y marchito; pero siento que ha desaparecido ya mi más alta esperanza de orgullo y de poderío.
¿He dicho de poderío? Sí. Pero desde hace largo tiempo, ¡ay de mí! se han desvanecido los bellos ensueños de la juventud; han pasado ya: dejémoslos que se desvanezcan!
Y tú, orgullo, ¿qué haré de ti ahora? Otra frente puede bien heredar el veneno que me has dado. Que por lo menos mi espíritu permanezca tranquilo.
El día más hermoso, la hora más feliz que mis ojos hayan visto y hayan podido ver jamás, mi más brillante mirada de orgullo y de poderío, todo eso ha existido pero ya no existe; yo lo siento.
Y si esa esperanza de orgullo y de poderío
me fuera ofrecida ahora acompañada de un dolor semejante al que experimento, no quisiera revivir esa hora brillante.
Porque bajo su ala llevaba una oscura mezcla y mientras volaba, dejaba caer una esencia todopoderosa para consumir un alma que tan bien la conocía. -Edgar Allan Poe
lunes, 26 de septiembre de 2016
Canción
“Llueve en este poema”
Llueve. La tarde es una hoja de niebla. Llueve. La tarde está mojada de tu misma tristeza. A veces viene el aire con su canción. A veces… Siento el alma apretada contra tu voz ausente. Llueve. Y estoy pensando en ti. Y estoy soñando. Nadie vendrá esta tarde a mi dolor cerrado. Nadie. Solo tu ausencia que me duele en las horas. Mañana tu presencia regresará en la rosa. Yo pienso —cae la lluvia— nunca como las frutas. Niña como las frutas, grata como una fiesta hoy esta atardeciendo tu nombre en mi poema. A veces viene el agua a mirar la ventana Y tú no estás A veces te presiento cercana. Humildemente vuelve tu despedida triste. Humildemente y todo humilde: los jazmines los rosales del huerto y mi llanto en declive. Oh, corazón ausente:qué grande es ser humilde!
-Gabriel García Márquez
jueves, 22 de septiembre de 2016
EL INFINITO "El infinito se ha encogido peligrosamente.
Quién iba a suponer que segundo a segundo cada migaja de su pan sin límites iba así a despeñarse como canto rodado en el abismo."
- Mario Benedetti
miércoles, 14 de septiembre de 2016
El Miedo
Todos me piden que dé saltos, que tonifique y que futbole, que corra, que nade y que vuele. Muy bien.
Todos me aconsejan reposo, todos me destinan doctores, mirándome de cierta manera. Qué pasa?
Todos me aconsejan que viaje, que entre y que salga, que no viaje, que me muera y que no me muera. No importa.
Todos ven las dificultades de mis vísceras sorprendidas por radioterribles retratos. No estoy de acuerdo.
Todos pican mi poesía con invencibles tenedores buscando, sin duda, una mosca, Tengo miedo.
Tengo miedo de todo el mundo, del agua fría, de la muerte. Soy como todos los mortales, inaplazable.
Por eso en estos cortos días no voy a tomarlos en cuenta, voy a abrirme y voy a encerrarme con mi más pérfido enemigo, Pablo Neruda. -Pablo Neruda